Todo empezó en París (Francia) en 1909 cuando el joven químico Eugène Schueller, padre de Liliane Bettencourt, comenzó a desarrollar una fórmula para teñir el cabello. Fruto de sus investigaciones, produjo unos tintes que él mismo vendía a los peluqueros de París. Este producto innovador, que utilizaba químicos inofensivos para el cabello y conseguía un aspecto muy natural, fue el germen L’Oréal.
Eugène comprendió que su éxito iba ligado a los estilistas, y desde sus inicios se ocupó de fortalecer las relaciones con ellos, realizando demostraciones para los profesionales y creando una escuela de tinturas que él mismo supervisaba.
En 1954 la compañía da el salto a Estados Unidos, el mayor consumidor de productos cosméticos, lo que marca un hito importante en el crecimiento de la empresa. En la actualidad el paraguas de L’Oréal engloba marcas como Biotherm, Giorgio Armani o Yves Saint Laurent Beauté en el sector de lujo, y Garnier o Maybelline New York
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7 de julio de 2021